jueves, 16 de marzo de 2017

Leche de luna en la cueva de Valporquero

Su nombre nos invita a soñar: leche de luna (moonmilk para los ingleses). No se trata de un retrato pictórico de nuestro astro próximo ni de una película romántica (Figura 1).

Figura 1. La luna diluyéndose en el líquido elemento

Muy poco se sabe de este mineral, que es escaso en las cuevas españolas. El moonmilk es un depósito de cristales microscópicos de calcita, viscoso y de color lechoso. Aunque existen otros tipos que consisten en minerales de evaporitas como la hidromagnesita o la huntita (Figura 2).


Figura 2. Leche de luna (moonmilk) en la Cueva de Valporquero

Las diferentes variedades de moonmilk están compuestas por agujas, hilos, placas o costras que barnizan las superficie de paredes y espeleotemas (formaciones rocosas como estalactitas, estalagmitas, etc.). Este mineral presenta una elevada porosidad y un aspecto untuoso cuando está húmedo y pulvurulento en condiciones secas.

Puede aparecer formando otros espeleotemas o barnizándolos, lo que ha llevado a los investigadores a proponer distintas teorías sobre su origen y formación. Este podría estar relacionado con la actividad bacteriana o ser el producto de la precipitación directa desde una solución, o incluso el reemplazamiento de otros minerales (Figura 3). 

Figura 3. Banderolas de hidromagnesita en la Cueva de Valporquero


Nuevos estudios sugieren que la leche de luna podría ser el resultado de la alteración de la roca caliza (con o sin influencia microbiana) y la reprecipitación de un carbonato más puro. Lo que sí sabemos es que los filamentos de bacterias o las hebras de material extracelular, parecen tener una cierta predisposición para nuclear partículas de moonmilk en sus bordes.

Uno de nuestros amigos dentro de la cueva, el conocido "fantasma"m parece formado por una reprecipitación de calcita, muy pura, sobre una estalagmita crecida en un bloque caído que ha sufrido un proceso de alteración (Figura 4).

 Figura 4. Nuestro amigo el "fantasma" es una reprecipitación de calcita muy pura sobre un bloque caído de la cueva

El moonmilk de hidromagnesita es algo diferente al resto. Se deposita por evaporación de la humedad rica en magnesio, formándose directamente en contacto con el aire. Al igual que la huntita, puede revestir pequeños charcos o lagunas por evaporación desde su superficie. Algunas cuevas españolas de la cordillera cantábrica llegan a contener río o lagos de moonmilk (Figura 5).

Figura 5. Río de leche de luna (moonmilk) del macizo de Ernio, en la provincia de Guipúzkoa. (http://davidaldia.blogspot.com.es/2010/11/rios-de-leche-de-luna.html)


Pero este extraño mineral, presente en la cueva de Valporquero, guarda algunas sorpresas. En los niveles hidrológicamente menos activos de la cueva, la entrada a presión de fluidos ricos en carbonato de magnesio y dióxido de carbono a través de las fracturas, produce la leche de luna. Durante los Siglos XIV y XVIII fue muy utilizado en la curación y alivio contra las úlceras, como antiácido y más recientemente en la industria cosmética (Figura 6). 

Figura 6. La leche de luna se ha utilizado en la industria farmacéutica, como medicamento, para aliviar los síntomas de reflujo y acidez de estómago


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